"Fiebre oscura" de Karie Marie Moning

Fiebre oscura, Karen Marie Moning, Ediciones B
Primer volumen de, por el momento, siete.
(Si no me equivoco, este primer volumen está descatalogado. Se puede conseguir alguno en segunda mano con esta portada o en una edición coleccionable de RBA de horrible portada).

Lo he comentado más de una vez, tengo debilidad por el género de fantasía urbana. No leo mucho ni estoy muy al tanto de novedades o autores, pero cuando me cae una novela de estas en las manos, tiene que ser muy mal novela para que no lo pase bien con ella.

Soy consciente de que casi siempre se basan en variaciones de la misma historia: chica deslenguada y divertida que se ve metida en problema de índole paranormal donde contará con la ayuda de atractivo y misterioso tipo con el que tendrá una relación llena de discusiones e inexplicable atracción. Explican una y otra vez lo mismo (quita unos vampiros, pon demonios, quita demonios y pon cambiaformas o mezclalos todos que es más divertido), pero este subgénero tiene algo que pese a eso despierta todas mis simpatías.

Fiebre oscura no ha sido una sorpresa. Me lo he pasado francamente bien con ella.

Una buena novela de fantasía urbana (de las mejores que he leído) que a pesar de no ser muy original, está muy bien escrita, bien explicada, con buen ritmo, mucho sentido del humor y, atención, no focaliza todo lo que ocurre en la atracción entre los protagonistas (se acaban de conocer, hay una poquilla, pero sin de chorreos cada vez que se cruzan las miradas), si no en la aventura y en el misterio. Porque la acción empieza porque la protagonista recibe la noticia que han asesinado a su hermana y decide ponerse a investigar. Y al hacerlo se ve envuelta en la búsqueda de un libro y adentrándose en un mundo fantástico repleto de peligros. La verdad es que por muy bueno que esté el chico, no está el chocho para farolillos cuando te persigue un bicho asqueroso con muchas bocas que rezuman algo parecido a limo.

Karie Marie Moning domina el género. Es ágil, con un estilo rico, rápido y vibrante. No satura al lector con información y construye una novela sencilla done sitúa al lector, pero no lo aturde. Quizá uno de los handicaps de Fiebre oscura es que sea demasiado introductoria y casi es más un prólogo que un primer capítulo. Presenta, resuelve poco, intriga mucho y se acaba la novela. Por contra, tiene una protagonista que funciona muy bien, resuelta, inteligente, alegra, directa y que no renuncia al rosa ni que la persiga un monstruo. Al igual que el chico, ese tal Jericho, pero de él hablaremos un poco más tarde.

Buen mundo, buena intriga, buenos monstruos. No hay mucho más que decir, Fiebre oscura es una muy entretenida novela de fantasía urbana. Da lo que promete y pasas un par de tardes es muy buena compañía. Y al acabarla, provoca las ganas de seguir explorando este universo de magia, dimensiones y objetos mágicos.

Y no, no me olvido de Jericho.
Quiero aprovechar este espacio que se me brinda para agradecer a Karie Marie Moning un retrato tan acertado, preciso y conciso del trabajo de librero. Por fin en un libro podemos leer y comprobar lo terriblemente sexi y peligroso que es el oficio de estar todo el día cargando libros de arriba a abajo, repasar albaranes, hacer pedidos, buscar ese libro de la portada roja que aparecía una chica con cara de algo, matar monstruos y guardar mucho secretos.

Jericho Barrows enseña lo sexi y peligroso que es ser librero hoy en día. Lo atractivo que resulta el tipo que coloca libros en una estantería y que ocupa todo el espacio. Jericho Barrows somos todos los libreros. Y yo más que ninguno.

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Letras y escenas
El cofre de Nebe
Demencia lectora

"Cartas cruzadas" de Markus Zasuk

Cartas cruzadas, Markus Zusak, Lumen
Jo sóc el missatger, Markus Zusak, La Campana

Soy de los que se leyeron La ladrona de libros y se quedaron más bien fríos. Sí, bonita. Sí, interesante. Sí, una voz narradora diferente. Pero también algo de sentimentalidad y algo de trampa emocional. La leí, la olvidé y no pensé en volver a pillar ninguna novela de su autor. No por manía o desagrado, si no por la sensación de que su forma y su universo no es para mí. Ahora, por aquello de las lecturas propuestas, me toca volver a Markus Zusak.

Ed Kennedy tiene diecinueve años y ya es un buen proyecto de perdedor. Mata sus días entre un trabajo de taxista, en partidas de cartas con sus mejores amigos, insultos de su madre y pensamientos de que un día tendría que hacer algo mientras rasca a su apestoso perro. Un día, de forma casi involuntaria, se convierte en una especie de héroe por impedir un atraco. A partir de ese momento su vida da un vuelco y empieza a recibir unas cartas de poker con direcciones y él comprende que se ha convertido en mensajero. Su intervención cambiará las vidas de muchas personas y, de rebote, la suya propia.

Esta es una reseña/opinión/tontá difícil de escribir. ¿Por qué? Porque creo que Cartas cruzadas es una novela muy correcta, pero no me ha gustado. ¿Cómo? Sí, lo sé, so y consciente de como suena e intentaré explicarme.

Novela sencilla y directa. Muchos diálogos, personajes bien diferenciados, velocidad y sentido del humor. La forma y la trama consiguen captar la atención de lector que acaba el libro en poco tiempo. Frases cortas. Demasiado. Mucho punto y aparte. Demasiado. No da una sensación de narración, si no de apresuramiento y descuido. Un manía. Es de lectura veloz y sencilla, que imagino es lo que quería el autor.

Pero a mí no me ha gustado. ¿Por qué? Varios motivos. El principal es que las novelas emocionantes, inspiradoras, de buenos sentimientos no van conmigo. Es más, huyo.. Y Cartas cruzadas es una de ellas. Es una novela que busca inspirar, que lleva con ella un mensaje al lector (explicitado torpe giro final), una moral. Y a mí no me gusta que me sermoneen aunque sea por medio de sonrisas y personajes cotidianos.

Además, las historias que presentan no son más que clichés. Historias de superación y aceptación que hemos visto mil veces como llenar una iglesia de feligreses (ahora mismo recuerdo Sister Act o la novela Halo), reconciliar familiares, aceptarse como uno es, devolver la magia a la navidad, etc. Todas ellas con un tono algo conservador que, la verdad, me molesta. Además, ¿no es la novela algo condescendiente con los personajes femeninos? Me refiero a que sus personajes tienen que ser salvados, enseñarles a aceptarse, enseñarles a amar, darles un respiro... como si ellas por sí solas no pudieran. Y tiende a ser algo afectada y con excesos sentimentales que acaban lindando con la manipulación (ese momento de la niña cogiéndole de la mano al protagonista y diciendo algo así como "¿Has venido a salvarnos?"). Y no podía quitarme la sensación mientras leía que me encontraba ante una de esas series tipo "Tocados por un ángel" de desconocidos que cambian vidas y que están repletas de buenos sentimientos y azúcar.

Para mí Cartas cruzadas se redime por su sentido del humor y por un esplendido primer capítulo. La escena del atraco es brillante y creo que hay más verdad en el retrato de una juventud perdida y desorientada en esas pocas páginas que en las trescientas restantes. Y sin moralinas ni falso buenos sentimientos.

Quizá lo que más me ha irritado en su giro final; un mensaje que se lanza al lector explicitando una moralina y poniéndose el autor por encima del lector enseñándole como vivir. Ese final que hace que lo que hemos leído deje de ser novela y se convierta en sermón. Y eso me molesta. Me rebelo y salgo de la lectura bastante molesto. Esto no es para mí.

Y siento haber escrito una reseña tan poco objetiva, pero que me sermoneen e intenten convencerme la fuerza nunca me ha gustado y me acaba haciendo perder perspectiva. A la novela no le faltan méritos, pero el mensaje hace que me cueste verlos.

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"El abanico de seda" de Lisa See

El abanico de seda, Lisa See, Salamandra

El abanico de seda es un ejemplo de perfecto de novela que no leería si no fuera por este tipo de inventos que monto en el blog. Es realista e histórica, dos palabras que cuando encuentro asociadas a una novela suele echarme para atrás.

Soy consciente de lo injusto que es y que este prejuicio hace que me pierda estupendas novelas, pero no puedo evitarlo. Ya he tenido bastantes historias íntimas, históricas, realistas, emocionantes que me han dejado frío o, peor, aburrido. El realismo y lo histórico estamos bastante reñidos... aunque siendo sincero del todo creo que sobre todo estamos enfadados si lo que encuentro son novelas ambientadas en una hipotética edad media o en la posguerra española. Da igual, no es de esto de lo que hemos venido a hablar aquí.

El abanico de seda; la historia de amistad de dos mujeres en la China del siglo XIX. El retrato de una época, de una forma de vivir, de unos valores morales, éticos y culturales. Un momento en el que ser mujer era menos que nada y donde solo había un pequeño refugio en la amistad, la intimidad y un lenguaje escrito que era propio y solo para ellas.

La novela me ha gustado; es una buena novela histórica y articulada como creo que debe ser el género. Explicar una historia desde el punto de vista de las personas del momento con sus condicionamientos culturales, morales y éticos aunque esos puedan chocar con el lector actual.

La autora ha conseguido introducirse en el pensamiento de una mujer el siglo XIX en la China rural sin caer en la trampa de muchos autores de dotar a sus personajes de comportamientos, actitudes o pensamientos contemporáneas que no podrían darse en su época (y sí, pienso mucho en Ken Follet). Por ejemplo, el tema del vendado de pies; una práctica estética que implicaba un dolor insoportable a niñas de seis años. Las protagonistas no se cuestionan que deben hacérselo a sus propias hijas porque es la tradición y lo que tienen que hacer si quieren que estas tengan un buen matrimonio y un futuro. No hubiera sido creíble que la autora compusiera una historia de rebeldía, etcétera.

Un retrato de época, de costumbre y pensamientos bien conseguido donde además la ingente documentación de la autora (costumbres, comida, vestuario, artesanía, etcétera) se haya integrada en la historia sin que en ningún momento la novela pase a parecer la entrada de una enciclopedia. La novela fluye con un lenguaje preciso, hermoso y por momentos poético. Sabiendo la palabra precisa. Con un retrato detallista del universo femenino y dejando fuera el universo de los hombres que solo ser percibe entre líneas y celosías. Y es en el mismo lenguaje donde está la belleza, libertad y castigo de las mujeres que se mueven en la historia. Dos retratos femeninos bien construidos en una historia cotidiana y sencilla. No hace un gran alarde ni de inventiva ni de técnica, pero el resultado es muy correcto.

El abanico de seda es una buena historia que quizá en su parte final tienda en exceso al melodrama y caiga en ser demasiado sentimental alejándose del retrato sencillo, contenido y cotidiano que había caracterizado toda la novela acorde con el espíritu de su narradora. Sea como sea, una buena novela y una buena lectura.

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El mundo en libros

Interludio

- Y por eso estoy totalmente a favor de los pezones.
Estábamos mi buen, pero irritante amigo Jordi y yo tomando un café y algo de bollería en una céntrica cafetería de Igualada. Charlábamos de esto, de aquello y de algo de más allá poniéndonos al día de nuestra semana, la evolución en el visionado de nuestras series y utilizando cada dos o tres palabras, un insulto, una palabrota o una forma soez de llamar a alguna parte del cuerpo (por la salud espiritual de nuestros lectores, omitiremos estas vulgaridades en la reconstrucción de esta conversación).
- Interesantes argumentos, pero la mayoría los has copiado de Marx y Demócrito.
- Sip.
- Ya decía yo. Por cierto, ¿cómo va el reto?
- ¿El qué?
- La gilipollez esa de los libros. ¿Cómo va?
- Ah, bien.
- ¿Cuántos llevas leídos?
- 16.
- ¿Cuántos?
- Dieciséis.
- Ah, vale, ya sabes que soy de letras y a mí los números...
- Sí, lo sé.
- ¿Y qué tal?
- Bien.
- Pero esos son...
- Sí, más de los que salieron el año pasado.
- Joder.
- Ya. Cuando empecé este año pensaba, va, saldrán como el año pasado, 15...
- ¿Qué?
- Perdona, quince, como mucho veinte. Ya me parecía mucho, pero, joder, cuando a los dos días ya llevaba dieciocho libros me empecé a acojonar. Esto no se nos ha ido de las mano.
- Y tanto.
- Coño, sesenta y un libros son muchos.
- ¿Y te los vas a leer todos?
- Claro, me he comprometido.
- Pero qué tonto eres.
- Ya te digo.
- ¿Y qué? ¿Hay alguno que te haya gustado?
- Sí.
- ¿Qué?
- Que sí, que hay alguno que me ha gustado mucho.
- ¿Cuál?
- Pues La hija del rey del país de los elfos es una maravilla. Precioso.
- No puede ser. ¿Quién votó eso?
- Pues gente, ahora no recuerdo...
- ¡Pero es indignante! ¿Es que no entendieron en qué consiste esto? Hay que putear. Hay que elegir un montón de libros, pero que sean una putada. Que tengas que leer sesenta y pico libros de mierda para volver loco y que acabes convertido en una masa putrefacta y balbuceante anegado en tus propias heces. Y va alguien y elige un buen libro...
- Y hay más.
- Tócate los huevos. Más buenos libros. El año que viene hay que evitar que voten buenos libros...
- El año que viene no sé si haré el reto.
- Tú te callas porque aquí no tienes ni voz ni voto. El año que viene lo haces y punto, ¿de acuerdo? Piensa que es un servicio público y un bien a la humanidad. Hay gente como tú y como yo que estamos acostumbrados a la maldad, a putear, a la mala leche y la vamos repartiendo y distribuyendo por el mundo. Pero hay gente que es buena, ayuda a los demás, da la hora y si le preguntan por una calle, da la dirección correcta. Tu mierda de reto ayuda a esta gente a sacar parte de la mala leche que acumula. Le da un objetivo claro, putear a Jorge. Para eso estás y para eso existes, para que te puteemos y en casa nos riamos pensando que estás leyendo una mierda y que la tienes que leer palabra por palabra sin saltarte ni una. Por eso que de repente te encuentres con buenos libros... no, eso no.
- Ya, pero...
- Ya, pero y una mierda. El año que viene habrá que poner un filtro o algo... si acaso ya haré yo las reglas y se lo digo a Mara y a la chica esa que propuso lo de La luz de Candela, la adoro, la adoro, hay que ser perra para elegir un libro así, y redactamos normas nuevas y tú te callas. Me miraré las propuestas y elegiré un comité elector que vaya a putear.
- Acabaréis conmigo.
- Tú te lo has buscado. ¿Y cuántas te quedan?
- Cuarenta y pico.
- Vas a buen ritmo.
- Sí, la idea es que en cuatro o cinco meses haya acabado. Deprisita. Y primero me quito parte de la morralla para quedarme con unas cuantas novelas y disfrutar.
- Yo propondría que las reseñas tuvieran que aparecer todas antes de acabar el año.
- No puedo.
- Sí, todas antes de Navidad. Y que alguna sea en verso. Sí, haré campaña para eso. Y que voten.
- Ya podéis votar que no lo haré.
- Claro que lo diré y me apoyarán porque la cuestión es putearte. Y putearte es divertido. Y bastante triste y desesperado es este mundo y esta vida para que un mindundi como tú nos quite algo que hace feliz a tanta gente. ¿Cómo puedes ser tan egoísta?
- Lo siento.
- Nada, a hacer campaña. Ya nos lo agradecerás.
- No lo creo.
- Que sí, para eso están los amigos. ¿Vamos a dar una vuelta?
- Vamos.
- Por cierto, ¿qué opinión te merecen los consoladores anales extremos que funcionan con energía solar?

- Así que el año que viene leerás cien libros y todos serán una mierda.

"Hyde" de David Lozano

Hyde, David Lozano, Alfaguara

ADVERTENCIA, pueden haber SPOILERS de la trama a lo largo de la reseña. Que no se queje nadie luego.

Un grupo de adolescentes en un programa experimental de fomento de la lectura por medio de mensajes subliminales. En verdad, una trampa mortal. Instintos asesinos que florecen. Nadie está a salvo. Todos pueden ser el asesino o la víctima. Incluido el lector que hacia mitad del libro muere de aburrimiento.

Una decepción mayúscula.
Me gusta lo que escribe David Lozano. Me lo pasé muy bien con su trilogía La puerta oscura. Me gustó Cielo rojo; ideas muy interesantes y un buen planteamiento. Sí, quizá algo fallida, pero funcionaba bien. Así que ha Hyde le tenía ganas. Y cuando la votaron en el reto, perfecto.

La pillé con ganas. Un prólogo que descoloca, no pasa nada, unas primeras páginas muy interesantes y que prometen. Narración paralela; unos adolescentes llegan a una casa. La investigación de un crimen. ¿Cómo se cruzarán? Un descubrimiento por parte de los adolescentes que les llena de terror. Han sido engañados. El tema de los mensajes subliminales exige que suspenda demasiado mi credibilidad, pero no pasa nada, todo sea por la historia. Un paseo por el bosque, alguien con un machete. Mola. Me gustan los tipos con machete y luego... luego la historia se derrumba.

¿Por qué? Porque acaba cayendo en el cliché de las historias de "encerrados en una casa con un asesino". Hyde acaba derivando a la historia de siempre que hemos visto y leído un millón de veces desde que Agatha Christie encerrara a unos atildados británicos y los fuera matando uno a uno. No hay una variación, una relectura, una nueva visión de los tópicos o los clichés y se acaba cayendo en prácticamente todos. Venganza, monólogo final del asesino donde se aburre al lector con los por qué, cuándo, dónde dando tiempo al prota y a la policía para encontrar una solución. Huidas por el bosque, separarse cuando hay una asesino que ronda, decisiones estúpidas en los momentos más inadecuados, forzada historia de amor, relación de los protagonistas pilladas por los pelos y la cero empatía que el lector siente por los personajes.

En una historia de terror esto es fundamental. Y es en el cine donde los explican mejor. ¿Por qué Halloween (John Carpenter, 1978) sigue funcionando y es la pedazo de obra maestra que es? Porque como espectadores nos sentimos implicados en lo que le pasa a Laurie y sus amigas. ¿Por qué en Jason X (James Issac, 2001) asistimos indiferentes y regocijados a la muerte de los adolescentes? Porque no existen como personajes y los responsables no se han preocupado de dotarlos con una personalidad que haga que el espectador empatice y le importe lo que ve. No digo nada nuevo ni he descubierto el grial, pero me sorprende que no sea algo con lo que se juegue en el momento de construir historia de terror y angustia. En este novela al lector no le importan los personajes y no puede importarles porque no tienen entidad. Son estereotipos que solo sirven de body count. ¿De verdad se puede tomar en serio un personaje como Esther cuya única caracterización es que salió con X y siempre va muy maquillada?

El tema de los mensajes subliminales que exige que el lector suspenda su credibilidad y acepte un recurso que resulta poco creíble. Lo subliminal puede influir, pero unos mensajes en una película no convierte inmediatamente a nadie en asesino o le impide salir por la puerta. Es un recurso que podría ser interesante, pero en mi opinión no está bien resuelto y provoca que todo el entramado de la novela se vea afectado. Además, páginas y páginas de los personajes discutiendo si siguen el programa o no que no conducen a ninguna parte.

Detalles que acaban construyendo una historia de terror y misterio convencional, llena de lugares comunes y con los recursos más tópicos del género. Y con una segunda trama policial investigando un asesinato que poco importa en el destino de los personajes; solo sirve para justificar que la caballería llegue en el último momento. Añade un prólogo que desgarra toda la historia y te pone en la pista del asesino, y un epílogo que juega a la sorpresa final y que resulta bastante tramposo.

Una decepción, vamos. Aunque el detalle de que se descubra quién es el asesino por llevar un libro "de los que se leen por placer" tiene su gracia. Lástima que esto no sea una parodia.

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Nube de mariposa
Generación reader
Lectura directa

PS. Para ver una actualización absolutamente genial del tema del slasher, estar encerrados en una casa, etcétera, la película La cabaña en el bosque. Una puñetera obra maestra, una tesis sobre el género, una reflexión muy inteligente sobre él, una relectura que parodia y homenajea a los clásicos y, encima, divertidísima.


Un ejemplo maravilloso de como insuflar nueva vida a un género.

La niña, la niñera y la mamá ratona de Valente, Travers y O'Brien

Hoy, tres reseñas.
Y con estas tres superamos las reseñas del año pasado. Ya solo quedan unas cuarenta y pico.

La niña que recorrió Tierra Fantástica en un barco hecho por ella misma, Catherynne M. Valente, Noguer

 "Érase una niña llamada Septiembre".

Con esta frase nos embarcamos en un viaje fantástico a otro mundo. El viaje de una niña que enfadada con su madre lo deja todo para ir, vivir aventuras y luego volver. Por el camino, claro, aprenderá cosas, hará amigos y enemigos, olvidará algo importante y quizá lo recupere.

La niña que recorrió Tierra Fantástica... es una novela arriesgada. Apuesta por un relato con un ojo en la tradición fantástica victoriana (con la omnipresente Alicia en el país de las maravillas a la cabeza), con otro puesto en autores como Neil Gaiman, Franz L. Baum o Ray Bradbury y un tercer ojo (esto es fantasía, existen criaturas de tres ojos) en la obra maestra de Maurice Sendak, Donde viven los monstruos. Un conjunto de referencias que le sirven a la autora como punto de partida o referencia para crear su propio mundo fantástico y sus propias reglas. Un universo en apariencia absurdo que sirve para reflexionar sobre lo absurdo de nuestro mundo y sus convenciones.

Porque al igual que otros relatos infantiles (o en apariencia infantiles), La niña que recorrió Tierra Fantástica... se muestra inocente, juguetón, tierno y volatil en apariencia. Es una novela donde hay más, donde existe un sustrato inquietante sobre la madurez, la perdida de la inocencia y los momentos en que el tiempo nos clava sus garras y poco a poco, sin notarlo, vamos dejando la niñez atrás. Un viaje que es de ganancia y a la vez de perdida.

Y todo explicado con un tono poético y evocador, irónico y repleto de juegos de palabras (que la traducción consigue atrapar muy bien) que hacen de esta novela un perfecto ejemplo de lo compleja y accesible que puede ser la buena literatura infantil.

Una buena novela y una muy grata sorpresa.

Mary Poppins, P.L. Travers, Alianza Editorial

Mañana de domingo. Los nenes y A. se van a un cumpleaños. Armado con un café con leche, una botella de agua cercana y un gato en el regazo me zampo en un par de horas la primera de las novelas que P.L. Travers dedicó a Mary Poppins (si no lo tengo mal entendido, un total de siete libros.

Un rato agradable y muy entretenido para una novelita deliciosa, o mejor dicho, para unos cuentos deliciosos cuyo nexo en común es la presencia de los mismos personajes. Pequeñas historias autoconclusivas que nos adentran en un mundo cotidiano invadido por la magia.

Mary Poppins, una niñera dura, coqueta, poco simpática, siempre correcta y que lo sabe todo, aunque no digan nada que llevará a cuatro hermanos a la magia cotidiana, a la subversión de la realidad y al desafío a la realidad gris y correcta. Mary Poppins, en apariencia toda corrección y seriedad, que invita a los niños a vivir aventuras, aprender cosas nuevas y el derecho a tener un mal día. Un lenguaje sencillo, agradable, cercano. Un mundo repleto de buenos personajes.

Correctos cuentos infantiles donde sobresale "La historia de Juan y Barbara", una divertida historia con un triste final sobre lo que significa crecer y hacerse grande.

Mary Poppins es un buen libro más oscuro e incorrecto de lo que a primera vista puede parecer y de lo que la endulcorada versión de Disney nos hizo creer.

La señora Frisby y las ratas de Nimh, Robert C. O'Brien, Ediciones B

Una absoluta maravilla.
Una lectura encantadora en el mejor sentido de la palabra. El libro de Robert C. O'Brien me ha proporcionado unas horas de deleite con las aventuras de la señora Frisby y las ratas de Nimh. Es un libro mágico y una gran novela infantil y para todos aquellos que disfrutan con una buena historia de aventuras.

La señora Frisby ve amenazado su hogar y la única solución será pedir ayuda a las extrañas ratas que viven más allá del rosal. De esta forma una ratona que no busca una vida emocionante ni aventurera se verá inmersa en un montón de emociones y aventuras. Pero se lanzará a ellas como una de las mayores fuerzas que se pueden encontrar en la naturaleza; una madre decidida y dispuesta a salvar a sus hijos y su hogar.

La novela es extraordinaria.
En su sencillez y cotidianidad. En la forma tranquila de presentar el drama y en la construcción de los personajes; todos ellos fantásticos. Destacan la señora Frisby, como no, y la rata Nicodemus y su relato del origen de las ratas. Un estilo pausado y enérgico que con cuatro pinceladas dotan a los personajes de vida y los hace muy cercanos al lector. Un relato infantil que no es condescendiente ni evita a los niños momentos duros.
Y no digo más porque merece la pena acercarse a esta novela sin saber de ella.

Por cierto, no olvidemos la maravillosa adaptación cinematográfica que en 1982 hizo Don Bluth, una película infantil que no olvida que a los niños también les gusta el drama y el terror.



"Encantamiento de luna" de Javier Ruescas y "Pulsaciones" del mismo y Francesc Miralles

Doble reseña con las novelas de Javier Ruescas que me ha tocado leer. Y no sé cual de las dos me ha costado más leer. Bueno, sí, Encantamiento de luna. Al menos Pulsaciones es corta.

Encantamiento de luna. Cuentos de Bereth 1, Javier Ruescas, Versatil

De los quince libro que llevo leídos de reto, este Encantamiento de luna es el que más me ha costado acabar. Ha sido un viaje árido y duro. Una travesía por el desierto sin granizado de limón, sombra, buena música o amigos a los que matar y beberse su sangre para sobrevivir. Para poder terminarlo tuve que hacer pausas cada cien páginas y alternarlo con otros títulos. No es el peor libro que de momento he leído (eso se lo reservo a Monica Carrillo y su insoportable Candela), pero sí el que más trabajo me ha dado. ¿Por qué? Por aburrido, muy aburrido, mucho.

Pero primero, ¿de qué va? Pues de una muchacha llamada Duna que por inconformista, rebelde, carácter y personalidad se ve metida en un lío, acaba trabajando en el palacio real, conocerá al príncipe encantador, sentirá algo nuevo dentro de su pecho y se verá metida en una intriga palaciega llena de traidores, malos que miran en diagonal y se quedan en las sombras, envidias y muchos paseos por los pasillos de palacio. Ah, y sale una especie de dragón.

¿Cuál ha sido el problema? Primero, previsible. Esto no es malo por sí. Si una historia está bien contada puede ser todo lo previsible que quiera que me la tragaré la mar de contento. No es el caso. Es previsible y, además, la historia es larga, repetitiva y explicada con un tono pesado, plúmbeo, artificial. Da la impresión de que el autor en su primera novela quisiera demostrar que es escritor y crea un estilo sobreadjetivado, excesivamente descriptivo y falto de naturalidad; literario, en el peor sentido.  Además, durante la primera parte del libro, la historia no arranca y no se sabe muy bien a dónde conduce la historia. A esto se añade unos personajes planos y construidos a brochazos y sin sutilidad (ese malo, por ejemplo, que se ve desde lejos y parece sacado de mal folletín, o la débil configuración de los dos tortolitos, contradicciones en la personalidad de algunos secundarios y etcéteras), un sistema de magia no muy consistente y todo el tema de la electricidad que, la verdad, no acabé de entender.

A ver, no está falto de ideas y algunas son interesantes (la utilización de cuentos clásicos no está mal), pero creo que es una novela mal ejecutada. Diría que se nota que es primera novela y que detrás no hubo la figura de un editor que guiara a un joven escritor. Más al grano, más naturalidad y muchas menos páginas.



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Gecko Books

Pulsaciones, Javier Ruescas y Francesc Miralles, SM
Pulsacions, Javier Ruescas i Francesc Miralles, Cruïlla

Al menos es corto.

Es lo que pensé al cerrar Pulsaciones, algo que venden como novela y que a mí me ha parecido una tomadura de pelo. Porque no venden una historia ni unos personajes, por diez euros te venden el nombre de dos autores y humo. ¿Un experimento? ¿Una nueva forma de narrar? ¿Un ejercicio de estilo? Humo, aburrimiento y ridículo.
Pero al menos es corto.

¿De qué va?
Elia se despierta del coma y no recuerda los tres días anteriores a su accidente, pero está superfeliz porque sus padres le han regalado un móvil que hacía tiempo que pedía. Y ahora puede hablar con sus super amigas y mostrar a sus super amigas lo super amiga que es ella. Entonces un desconocido la empieza a acosar con mensajes cuquis y ella le dice para que no te conozco pero él es tan cuqui que no puede evitar enamorarse de este tipo y ¿qué pasó esos tres días? y bla bla bla ¿a quién le importa?

No hay historia.
No hay personajes.
Solo una colección de mensajes de texto que parecen escritos por la misma persona que acaba derivando en un libro de auto ayuda (o crecimiento personal como dicen algunos). Un montón de frases profundas, mucha experiencia vital, mucha filosofía del optimismo de baratillo en boca, bueno, en dedos de garabatos que dicen ser personajes. Porque los que hablan no se diferencian (bueno, el americano sí porque de vez en escribe un baby) y no tienen profundidad. La mejor amiga, el chico profundo, la nueva amiga, el gracioso, los padres ausentes (¡tú hija se acaba de despertar de un coma! ¡cómo no estáis a su lado agobiándola, joder!).

Todo esto para explicar, ¿qué? Nada, una historia que no es nada. Una historia de amor previsible en el peor sentido, sentimental y tramposa que culmina en el más puro melodrama de película de sobremesa.

Y, encima, es repetitiva.
Pero al menos es corta.


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Divagando entre líneas
Fly like a Butterfly

"Forastera" de Diana Gabaldón

Forastera, Diana Gabaldón
Novela inexplicablemente descatalogada.

Tenía ganas de leer las aventuras de Claire Randall viajando en el tiempo y viviendo muchas vidas a caballo entre la Escocia de 1743 y de 1945. Es una novela que me iban recomendando lectores de diverso pelaje (novela romántica, aficionados a la histórica, de ciencia ficción) y que ahora gracias a la popularidad de la serie y a que saliera elegida entre las sesenta y pico novelas que tengo que leer me ha servido de perfecta excusa.

Así que a la biblioteca a pedirla y a los pocos días la tengo en la edición de bolsillo de Salamandra. Leída con cuidado porque las páginas se despegaban (ninguna sorpresa, creo que este libro junto con la edición de bolsillo de Canciones para Paula son los que más he devuelto en la librería por caída de páginas) y pasándolo muy bien con la historia que me presentaba.

Primero lo primero, el libro es demasiado largo. Con menos, más. Es una de mis máximas. Y en esta caso, se cumple. Con menos páginas, la novela hubiera sido más concentrada y creo que hubiera ganado en profundidad. En este caso, con sus casi setencientas páginas, la novela se dispersa, en ocasiones se encalla en descripciones que no vienen al caso, en repeticiones de disquisiciones de Claire o en alargar alguna trama de forma innecesaria.

Segundo, la trama es un tanto débil. El dilema moral de Claire y muchas aventuras que en ocasiones hace que la narración sea algo episódica. No es que tenga mayor importancia, pero por momentos se añora más consistencia (sobre todo cuando esto coincide con algún momento demasiado extendido).

Por lo demás, estupendo. Un muy buen bestseller. Un libro muy entretenido y un buen pasa páginas. A ver, no es una maravilla, pero resulta honesto, sencillo y realmente adictivo. ¿Por qué? Porque consigue dos protagonistas vivos y con los que al lector no le cuesta empatizar. Claire resulta una heroína completa y compleja con un debate entre épocas bien llevado y resuelto. No es una damisela en apuros ni una dama de hierro. Debilidades y fortalezas. Al igual que carismático resulta el personaje de Jamie; la autora tiene el acierto de no construir unos de esos héroes masculinos que son pura apariencia, físico y testosterona, si no que lo cuida y lo mima haciéndolo creíble y real. Y estos dos personajes están arropados por una buena serie de personajes secundarios que, aunque hay momentos que no se puede evitar la dicomotía entre buenos muy buenos y malos muy malos, se revelan perfectos para la novela y para el mundo que crea la autora.

Lo que más me ha interesado de Forastera es el excelente equilibrio entre novela de aventuras, novela romántica, novela de viajes en el tiempo y novela histórica. Todos los elementos están presentes, pero ninguno machaca a los demás. Bien documentada, pero sin que ello ahogue a los personajes, ni a la trama. El elemento histórico resulta natural y fluye bien. Al igual que las aventuras (Forastera es una de esas novelas donde pasan muchas cosas, como decía mi abuela) o el romance. En este punto agradezco tanto que se evitara el amor a primera vista, los despistes de la protagonista cada vez que ve un músculo, que se tratara el dilema moral entre dos amores (buen triángulo amoroso con siglos de distancia). Resulta realista y como lector lo agradezco. El tema de los viajes en el tiempo, bueno, sí, es superficial, pero resultón. La autora no se complica y juega con la complicidad del lector.

Vamos, que ha sido una lectura provechosa, entretenida y que me ha dejado la mar de contento. Bien escrita, detallista, buenos e interesantes personajes y una trama que, como se dice, engancha. Un buena novela y un buen bestseller.

- ¿Y sobre la serie no dices nada?  Que sabemos que la miras y tiendes a quedarte embobado con Caitriona Balfe y su larguísimo cuello.


Pues sí. Una muy buena serie. Una muy buena adaptación de la novela que dota de mayor profundidad a los personajes (Claire es más dura, Jaime más carismático, Dougal más complejo y el capitán Randall, un villano con miles de matices que resulta fascinante). Buena ambientación, buenos diálogos, gran guión, buenos actores, excelente tratamiento de la personalidad de los secundarios, el cuello de la protagonista, acción bien resuelta y una muy buena utilización de los espacios naturales.

Una excelente sorpresa que espero sirva para que la serie de novelas de Diana Gabaldón dejen de estar descatalogadas. La autora se lo merece y tengo un buen puñado de clientes que estarían muy, pero que muy contentos.


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"El corredor del laberinto" de James Dashner

El corredor del laberinto, James Dashner, Noctura Ediciones
Traducción, Noemí Risco.

Resumen argumental de la contraportada, ya sabéis que para esto soy de un vago...

"Bienvendo al Claro. Verás que una vez a la semana, siempre el mismo día y a la misma hora, nos llegan víveres. Una vez al mes, siempre el mismo día y a la misma hora, aparece un nuevo chico, como tú. Siempre un chico. Como vez, este lugar esta cercado por muros de piedra... Has de saber que estos muros se abren por la mañana y se cierran por la noche, siempre a la hora exacta. Al otro lado se encuentra el laberinto. De noche, las puertas se cierran... y, si quieres sobrevivir, no debes estar allí para entonces". 

Todo sigue en orden... y, sn embargo, al día siguiente suena una alarma. Significa que ha llegado alguien más. Para asombro de todos, es una chica. Su llegada vendrá acompañada de un mensaje que cambiará las reglas del juego.

El corredor del laberinto llevaba mucho tiempo por casa. La compré para regalarsela a A.. Le gustó, La dejo a un par de sus alumnos de dibujo. Les gustó. Iba de estantería en estantería y en ningún momento se me ocurrió leerla.Pero hubieron unos votos, salieron elegidos unos libros y uno de ellos fue esta historia. A leerla, pues.

Vaya por delante que El corredor del laberinto me ha parecido una buena novela de aventuras con la que pasar un par de tardes entretenidas. Es dinámica, es intrigante y tiene un puñado de buenas ideas. Me ha gustado, pero no me ha convencido. Resulta intrigante, pero es una lectura que no he podido dejar de hallar formularia y artificial, desprovista de alma (y sé que estoy siendo terriblemente cursi en este momento). Un producto de laboratorio al que en mi opinión se le ven demasiado las costuras.

Mi principal problema con esta novela es que me resulta inverosímil. Ya sé que estamos en un mundo de ficción y que no deja de ser una novela de fantasía, pero el mundo que me plantea Dashner no me lo creo; al leerlo no se me hace real. Resulta entretenido y un buen pasa página, pero no hay ninguna implicación con lo que me está contando.

Y si a esto añadimos unos personajes unidimensionales en contradicción con la historia (pequeño SPOILER, se supone que son genios pero se pasan la novela sin tener ni puta idea de lo que pasa a su alrededor... hasta que llega el prota, claro), un punto de vista que juega bien al desconcierto, pero que en ocasiones nos hace trampa, la irritante configuración de su protagonista principal (todo acaba convergiendo en él, todo es él, el centro del universo es él convirtiendo al resto de personajes en meros satélites... ¡cómo han podido sobrevivir estos muchachos dos años sin la ayuda de nuestro protagonista que en unos pocos días se convierte en imprescindible y el mejor de todos!), repeticiones innecesarias, un escenario terriblemente desaprovechado (tienes un laberinto del que dicen que es peligroso y mortal, pero que acaba reducido a un mero decorado), un personaje femenino que está y poco más, una historia que fuerza a personajes y los convierte en marionetas, no en vehículos de ésta, explicaciones de misterios que añaden confusión amén de eliminar la poca credibilidad del conjunto, planteamiento de muchos interrogantes a los que no hay respuesta y un final pésimo que hizo crecer dudas hacia dónde se podría dirigir esto o si el autor tenía un plan de escritura más allá de una buena idea (aunque creo que esto nació con la imagen de unos adolescentes en un laberinto y ya veremos cómo lo justificamos).

¿Me explico? Todo esto provoca que la lectura de una novela haya sido entretenida, pero que no la haya podido disfrutar. Buenas ideas, pero para mí no bien ejecutadas. ¿Seguiré con el resto de capítulos de la serie? No lo sé. Supongo que esperaré a que se los lea A. y según lo que me diga.

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"Cazadores de sombras 2. Ciudad de ceniza" de Cassandra Clare

Cazadores de sombras 2. Ciudad de ceniza, Cassandra Clare, ed. Destino

Al acabar la lectura de Cazadores de sombras 1. Ciudad de hueso me dije que no volvería al universo creado por Cassandra Clare. El aburrimiento y el sopor habían sido eterno y prefería dedicar mis escasos minutos de lectura en otra cosa. Dije eso, pero claro, no contaba con que vendría una nueva edición de Qué leo, qué reseño y alguien recordaría lo poco que me gustó esa novela. Recuerdo que le sirvió para proponer que leyera su continuación.

Así que fui a la biblioteca, tome prestado el segundo volumen de la saga de los cazadores y me puse a leer. ¿Y qué tal? Pues podría copiar palabra por palabra la reseña de la primera novela y ponerla aquí porque mi experiencia lectora ha sido prácticamente la misma, aburrimiento.

Clary, Jace y los otros siguen con sus aventuras. Más criaturas, más objetos maravilloso y muy peligrosos, más personajes y alguna que otra sorpresa en una novela con una estructura muy parecida a la de su primera parte y que, la verdad, provocó la misma reacción, aburrimiento. Pero esto ya lo he dicho.

La verdad es que considero esta segunda parte superior a la primera. No tiene el lastre de presentar personajes ni mundo y se centra más en la historia y la acción (eso sí, después de páginas de más y de un largo principio donde a pesar de que los personajes van de un lado a otro y entra o salen, no pasa gran cosa). Resulta más entretenida. También he de decir que es bastante más absurdo y su argumento siempre está rozando la incredulidad. Como en su primera parte, está llena de giros argumentales y sorpresas. Algunos funcionan bien, otros están metidos con calzador.

Y lo dicho en la primera reseña, Cazadores de sombras no es una saga para mí. No empatizo ni con estilo, personajes o historia. Me da igual lo que pase y me aburre cómo está escrita. Lo acabé con el piloto automático y a otra cosa.

Aunque reconozco que las escenas de Jace apretando a su hermana Clary para que entre ellos haya algo más que afecto fraternal me hicieron gracia. Lástima que la autora no se atreviera a ir más lejos. Hubiera sido revolucionario. Porque el rollo amoroso es terrible. Clary consolándose con un amigo porque se siente atraída por su hermano y, claro, es no puede ser. Y el hermano está bueno que te peinas y la mira así de lado y en cuento se quedan solos se largan a monólogos apasionados y le aprieta y

Y ya está.

No sé qué más decir de este libro. Ha pasado una semana desde que lo acabé y ya no recuerdo mucho qué pasaba. Sé que perdían un objeto o alguien lo robaba. Salían unos tipos sin ojos que eran terribles y luego desaparecían o algo. Recuerdo escenas de mucha gente reunida en habitaciones hablando sobre lo que deberían hacer, lo que tienen que hacer o lo que otros deberían hacer, pero no haciendo nada. En las últimas cien páginas todo era correr que esto se acaba y pum, pum, fiu, flas, aaaaarg, oh no tú no y zas zas para acabar casi en el mismo punto que al principio de la novela. Lo que sí recuerdo es que Ciudad de ceniza padece del síndrome de la segunda parte y está en una tierra de nadie, sin mucha entidad propia, dependiendo demasiado de lo que pasó y de la resolución que vendrá.

Final que no conoceré porque no leeré la tercera parte. Ni las otras tres que vienen detrás. Ni las precuelas. Ni las continuaciones de la última parte protagonizada por secundarios. Ni los interludios entre novelas explicados por la vecina del quinto. Cazadores de sombras se acabó para mí.

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